Con estudios
como este, realizado por el instituto Dexeus de Barcelona, podemos comprobar cómo
el suelo pélvico sigue siendo un gran desconocido para la mayoría de las
mujeres, muchas no saben que es, donde está y por supuesto no saben que pueden
utilizarlo. Sin embargo, esta
musculatura juega un papel fundamental en nuestra salud y en nuestro bien estar como mujeres.
La musculatura
del suelo pélvico sostiene los órganos pélvicos, cierra los esfínteres y tiene
un importante papel sexual.
La mayoría
de los estudios epidemiológicos asocian las lesiones del suelo pélvico con el
embarazo y el parto (incontinencia
urinaria, disfunciones ano - rectales, disfunciones sexuales, problemas de
estabilidad de las vísceras pélvicas etc.)
El parto por
vía vaginal (particularmente durante la segunda fase de trabajo de parto,
cuando aparece la cabeza del bebé) implica un riesgo de lesión nerviosa,
muscular y conjuntiva importante. El grado de lesión de estas estructuras dependerá
de varios factores (tipo de pujos realizados durante el expulsivo, postura adoptada para el parto, utilización de
instrumental como el fórceps, la presencia de episiotomía, etc.)
Diferentes
estudios han sido realizados al respecto, y todos ellos nos demuestran el daño
que sufre esta musculatura tras el parto:
Los estudios
histológicos y electrofisiológicos que evalúan las lesiones neuromusculares del
suelo pélvico, muestran que las mujeres que han dado a luz presentan una disminución de las fibras
musculares de tipo I (fibras de contracción lenta) a
nivel de la musculatura pélvica, frente a las mujeres nulíparas (mujeres que no
han tenido hijos):
. Dimpfl T,
Müller- Felber W, Anthuber C:
Histomorphology of the pelvic floor
muscles under specific consideration of age and parity. Neurourol
Urodynam 15:333-334, 1996.
Los estudios
electromiográficos permiten también diagnosticar una denervación parcial del
suelo pélvico en el 80% de las mujeres después del parto:
. Snooks SJ,
Setchell M, Swash M, Henry MM: Injury to innervation of pelvic floor sphincter
musculature in childbirth. Lancet 8:546-550, 1984.
. Allen RE,
Hosker GL, Smith ARB, Warrell DW: Pelvic Floor damage and childbirth: A
neurophysiological study. Br J Obstet Gynaecol 97:770-779, 1990.
. Snooks SJ, Swash M, Henry MM, Setchell M: Risk factors in
childbirth causing damage to the pelvic floor innervation. Int J Colorect Dis
1:20-24, 1986.
La ecografía perineal en las mujeres tras el parto, muestra un aumento de la movilidad del cuello de la vejiga durante el esfuerzo y una posición más baja del mismo en reposo:
. Meyer S,
Schreyer A, De Grandi P, Hohlfeld P: The effects of birth on urinary continence
mechanisms and other pelvic- floor characteristics. Obstet Gynecol 92:613-618,
1998.
. Iosif S,
Ingemarsson I, Ulmsten U: Urodynamic studies in normal pregnancy and in
puerperium. Am J Obstet Gynecol 137:696-700, 1980.
. King JK,
Freeman RM: Is antenatal bladder neck mobility a risk factor for postpartum stress
incontinence? Br J Obstet G ynaecol
105:1300-1307,1998.
A través de estudios
urodinámicos se ha podido ver que después del parto hay una disminución
importante de la presión de cierre de la uretra y de la longitud funcional
uretral:
. Geelen JM
van, Lemmens WAJG, Eskes TKAB, Martin CB: The urethral pressure profile in
pregnancy and after delivery in healthy nulliparous women. Am J Obstet Gynecol
144:636-649, 1982.
. Iosif S,
Ingemarsson I, Ulmsten U: Urodynamic studies in normal pregnancy and in
puerperium. Am J Obstet Gynecol 137:696-700,1980.
La zona anal
(parte posterior del periné), especialmente el aparato esfinteriano anal, se ve
muy solicitado biomecanicamente por el descenso de la cabeza fetal durante el
expulsivo. Gracias a la ecografía endoanal, es posible observar lesiones
ocultas del esfínter anal: diferentes estudios demuestran que el 33% de las primíparas
presentan lesiones esfinterianas anales ocultas:
. Chaliha C,
Kalia V, Stanton SL, Monga A, Sultan AH: Antenatal prediction of postpartum
urinary and fecal incontinence. Obstet Gynecol 94:689-694, 1999.
. Donnelly V,
Fynes M, Campbell D et al: Obstetric events leading to anal sphincter damage.
Obstet Gynecol 92:955-961, 1998.
. Sultan AH,
Kamm MA, Hudson CN, et al: Anal-sphincter disruption during vaginal delivery. N
Engl J Med 329:1905-1911, 1993.
. Varma A,
Gunn J, Lindow SW, Duthie GS: Do routinely measured delivery variables predict
anal sphincter out-come? Dis Colon Rectum 42:1261-1264,1999.
A sí mismo, numerosos
estudios constatan que la presión de contracción y la presión en reposo del esfínter anal
disminuyen significativamente después del parto:
. Hojberg KE,
Hunborg HH, Ryhammer AM, Laurberg S: The impact of delivery on anorectal
function in women with and women without anal incontinence- a prospective study.
Int Urogynecol J 14:38-45, 2003.
. Pinta TM,
Kylanpaa ML, Teramo KA, Luukkonen PS: Sphincter rupture and anal incontinence
after first vaginal delivery. Acta Obstet Gyn Scan 83:917-22, 2004.
. Snooks SJ,
Swash M, Mathers SE, Henry MM: Effect of vaginal delivery on the pelvic floor:
A 5- year follow-up.Br J Surg 77:1358-1360,1990.
. Sultan AH,
Kamm MA, Hudson CN: Third-degree obstetric anal sphincter tears: Risk factors
and outcome of primary repair. BMJ 308:887-891, 1994.
. Rieger N,
Schloithe A, Saccone G, Wattchow D: The effect of a normal vaginal delivery on
anal function. Acta Obstet Gynecol Scand 76:769-772,1997.
. Rieger N,
Schloithe A, Saccone G, Wattchow D: A prospective study of anal sphincter
injury due to childbirth. Scand J Gastroenterol 33:950-955, 1998.
. Cornes H,
Bartolo DCC, Stirrat GM: Changes in anal canal sensation after childbirth. Br
J Surg 78:74-77, 1991.
. Wynne JM, Myles JL, Jones L, et al: Disturbed anal sphincter
function following vaginal delivery. Gut 39:120-124,1996.
Todas estas
lesiones (musculares, nerviosas y conjuntivas) ocurridas tras el parto, son las
responsables de la aparición de problemas funcionales como puede ser: incontinencia
urinaria, incontinencia fecal y de gases, descenso de órganos o prolapsos, etc.
Ahora bien,
esta sintomatología no tiene porque aparecer inmediatamente después del parto,
de hecho en la mayoría de las mujeres los problemas suelen aparecer más a largo
plazo debido a la sumación de estas lesiones obstétricas con otros factores de
riesgo: aumento de peso, envejecimiento, otro embarazo, etc.
Por lo
tanto, es indispensable realizar una valoración abdomino pelvi perineal tras el
parto y establecer un programa de rehabilitación específico para cada mujer con
el objetivo de corregir las posibles alteraciones funcionales, recuperar el tono y la fuerza de la
musculatura perineal y abdominal, restablecer el equilibrio de las vísceras pélvicas
y reestructurar la postura.
Así mismo,
la preparación de esta musculatura durante el embarazo es fundamental para
prevenir y contrarrestar las consecuencias del embarazo y del parto sobre el
suelo pélvico. La preparación ha de ser individual adaptada a las necesidades
de cada mujer. Durante este periodo nos centraremos en mejorar la movilidad de la pelvis, en tomar
conciencia de la musculatura pélvica, en automatizar la competencia perineal en
las actividades de la vida diaria, en mejorar
la elasticidad musculoconjuntiva del suelo pélvico, en el trabajo de las
diferentes posturas que puede adoptar la mujer durante el parto y en establecer
una buena coordinación abdomino pelviana para realizar unos pujos correctos que
generen menos riesgos de lesión del suelo pélvico.
Os invito a
todas las que estáis esperando un bebé o que lo habéis tenido recientemente, a
que hagáis una valoración de vuestro suelo pélvico con un fisioterapeuta
especializado; recuperar vuestro suelo pélvico es fundamental para prevenir
numerosas patologías futuras, siendo estas patologías muy invalidantes ya
que afectan a la calidad de vida social, laboral y sexual de la mujer.
Laura Núñez
Luna- Fisioterapeuta
No hay comentarios:
Publicar un comentario